El día de la boda

Cómo ve un fotógrafo el día de la boda

Esta es la crónica de una boda anunciada para un fotógrafo. La preparación de todo lo referente a las fotografías del día de la boda comienza mucho antes que este día tan especial. El fotógrafo y la pareja se reúnen para concretar todo el cronograma del día. Este primer contacto (o primeros) son muy importantes para que todo salga perfecto.

Se han de fijar los horarios de las horas previas (preparativos) teniendo en cuenta los tiempos de desplazamiento. Todo tiene que estar preparado para este momento. La improvisación podría llevar a sufrir un lastre en el tiempo que condicionaría las horas siguientes en otros escenarios. Normalmente se empieza con los preparativos del novio con una sesión de unos 50 minutos y posteriormente con la novia donde ella debe estar lo más relajada y tranquila posible. La celebración de bodas en lugares con alojamiento para la pareja y familiares principales (padres y herman@s) puede facilitar mucho este trabajo pues evita estos desplazamientos. Por seguridad se suele dejar un margen de tiempo para hacer frente a cualquier imprevisto que pueda surgir en la sesión o durante el desplazamiento. Como fotógrafo, es importante ir acompañado pues puede darse la circunstancia de que el novio o la novia hagan sus preparativos en un lugar donde sea complicado el estacionamiento. El fotógrafo debe tener muy marcados estos tiempos y no puede poner en riesgo el cronograma del día por un detalle como este. Incluso es preferible la contratación de un taxi a unas horas concretas determinadas que jugar con la improvisación del desplazamiento.

Tras asegurarnos de que todos los acompañantes de la pareja en sus respectivos domicilios o lugares de preparación tienen fotos con éstos nos dirigiremos al lugar de la ceremonia. El fotógrafo tiene que estar 10 minutos antes de la llegada de la novia para retratar este momento. El trabajo del fotógrafo ha de ser lo más discreto posible para no interferir en la ceremonia en sí manteniendo una distancia prudente para facilitar el trabajo de los encargados de oficiar la ceremonia.

Al finalizar la ceremonia daremos paso al reportaje en exteriores. Este suele ser un momento de intimidad para los recién casados en el que se toman algunas de las imágenes más artísticas del día.

Damos paso entonces a las fotografías del banquete, un momento más distendido donde pareja e invitados ya están más relajados y se pueden tomar algunas de las fotografías más divertidas y originales. El fotógrafo tiene que ser creativo y captar esta celebración de una manera original.

Finalmente suele terminar la jornada con una fiesta con música y baile donde todos los invitados interactúan entre sí y se pueden tomar bellas imágenes que transmiten emociones y sentimientos. Para dar por finalizado el reportaje se comprueba que no ha quedado ninguna imagen pendiente. Es hora del descanso para el fotógrafo y finaliza la primera parte de todo el trabajo… Aún quedan horas de edición y procesado.