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i nombre es Francisco Javier y soy fotógrafo. Soy emocional y perfeccionista y me gusta el trabajo bien hecho.

¿Y qué hago yo en el mundo de la fotografía? Quizás alguien pueda considerarme un “loco”, pero estoy aquí porque persigo un sueño. Hace ya bastante tiempo escribí “voy tras mis sueños para que no me persigan las pesadillas”. Hoy lo sigo teniendo muy presente. Y sé de la dificultad y el largo camino que hay hasta llegar a ello.

Nací en España en 1972. Mis primeros recuerdos ligados a la fotografía son cuando mi madre me regaló mi primera cámara fotográfica. Yo debía tener como 11 ó 12 años. Era una cámara que sólo tenía un visor, un objetivo fijo y un botón de “click”. Al principio era sólo “un juguete” pero ese fue el embrión de mi pasión por la fotografía.

Llevo 25 años (o más) haciendo fotos. Mis primeros cursos de fotografía fueron a los 18 años al acabar el bachillerato. Empecé a conocer el manejo de una cámara réflex, la Yashica FX-3 super 2000, y al poco tiempo compré mi primera cámara réflex, una Ricoh KR-10M. Cuando a día de hoy cojo estas cámaras, parecen cámaras de juguete al lado de las modernas de hoy en día. Fotografía en B/N y diapositivas era lo que más hacía. Y de vez en cuando, revelado químico en laboratorio.

Don’t give up,
the beginning is always the hardest.

Soy un apasionado de los viajes y he tenido oportunidad de fotografiar mucho mundo en todos estos años. Es por eso que siempre me gustó (y me gusta) la fotografía de paisaje pero al viajar ves muchas situaciones cotidianas que te invitan a plasmarlas en una imagen. Así empecé a hacer más fotografía social, retratar a las personas, su forma de vida, sus creencias, sus labores, … Hay imágenes que son un instante, un segundo. Después, esa imagen ya no existe.

Creo que todo buen fotógrafo ha de saber captar y plasmar en imágenes los momentos de la vida. Hoy en día, con las modernas cámaras digitales, la fotografía es “gratis”. No importa hacer una mala foto porque se ve al instante, se evalúa, se borra o se guarda para el montón. Que levante la mano quien no tenga una cámara de fotos.

El mundo está saturado de imágenes, disparos a diestro y siniestro. Igual que han evolucionado las cámaras, creo que un buen fotógrafo debe seguir teniendo la filosofía de la época de la fotografía analógica con las ventajas de las cámaras de fotografía digital.

Hay que ser exquisito en la captura de imágenes como si sólo tuviéramos un carrete de 24 fotos. Posteriormente y aunque parezca contradictorio, para una foto se pueden hacer 20 y luego elegir esa expresión, esa mirada, ese gesto, … que sólo está en una de las fotos. Pero el instante es sólo uno y sólo podemos capturar 24.

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